Sé que parece exagerado, pero no
lo es. Mi primer hijo lloraba todo el rato que estaba despierto y no, no dormía
mucho. Entre toma y toma, lloraba, comía y lloraba. Salíamos de paseo y
lloraba. Y si no lo hacía estábamos en tensión porque sabíamos que en cualquier
momento se pondría a llorar. Recorríamos una hora de coche para ir a la playa y…lloraba
todo el rato. La gente a veces me preguntaba ¿y por qué llora? Y…¡¡¡ yo que sé!!!
. En fin, es duro, no te deja dormir, no hay descanso y no es fácil de llevar.
Además los niños a medida que crecen te sonríen, te abrazan, te dicen cosas
bonitas…el bebé que llora, llora. Nosotros de broma siempre decíamos que no le
gustaba la familia que le había tocado. Recuerdo abrir el grifo del lavabo
quinientas veces para conseguir que por lo menos unos segundos dejara de llorar,
acunarlo en brazos, oír una y otra vez el New York de Frank Sinatra y bailarlo
al mismo tiempo para que se durmiera. Agotador. Una semana después de que cumpliera
un año, tuvimos que hacer un viaje en coche de casi dos horas. Grabamos un CD
con las canciones del Oso de la casa azul, y por primera vez en su vida, no lloró
en el coche. Por fin, vimos la luz, porque yo no soy una superwoman…pero casi.
Está genial, lo que me he podido reir con ''Y si no lo hacía estábamos en tensión porque sabíamos que en cualquier momento se pondría a llorar'', imagino que tu no tanto jejeje. Yo también fui una niña muy llorona, pero con el tiempo se nos pasa. Me ha encantado tu blog, si tienes tiempo entre lloro y lloro, pásate por el mío ;D http://lesmeses.blogspot.com.es/
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